Hoy empezó el VII Encuentro Internacional de Educación,organizado por Fundación Telefónica ¿Cómo debería ser la Educación en el SigloXXI? En la Conferencia de la mañana “Nuevos paradigmas para pensar la relación entre educación y trabajo: de
la sociedad 1.0 a la sociedad 3.0. Hacia las escuelas y los estudiantes 3.0.”John Moravec , en un momento de la presentación trajo el término “mindware”. Dijo
la escuela 3.0 no se trata de software ni de hardware sino de mindware.
Inmediatamente recordé que hace casi 10 años, cuando preparaba mis primeras
clases de educación y tecnologías, tomé como base para el primer espacio de
introducción un esquema que, generosamente, me cediera Juan Manuel Kirschenbaum
y que adapté a esa clase y a esos
alumnos.
El esquema es el
siguiente:
Con este esquema,
explicaba que el análisis del comportamiento de las instituciones y sus
estrategias de incorporación de tecnologías “no se trata, solamente, de
software y de hardware”. Se trata de escalas de análisis en los que esas
definiciones de hardware y software se redibujan.
Si pensamos que el
conocimiento es saber en estado líquido que manifiesta su endurecimiento en la
producción de objetos culturales que contienen y manifiestan ese conocimiento,
según el espacio que estemos analizando, podemos observar diferentes liquideces
y solidificaciones.
En esa línea,
podríamos decir que en el mismo mindware residen los conocimientos que hicieron
posibles generar, pensar, crear, producir y distribuir ese software y ese hardware
tal como lo conocemos.
John refirió hoy
mindware como la tecnología en que se debería soportar la educación que esperamos
para el siglo XXI, lo que llama educación 3.0
En el marco de toda su
conferencia me pareció muy bueno rescatar ese concepto, como me pareció muy
bueno rescatar la capacidad de asombro, entre tantos otros conceptos. Una conferencia
muy jugosa.
A la hora de las
preguntas, surgieron planteos que apuntaban a cómo aplicar todo esto que
presentó en nuestras escuelas, con las problemáticas que ya conocemos que,
además de ser serias y, en muchos casos, graves, son muy disímiles.
A partir de esos
planteos, es que retomo aquellas clases que referí al principio de este texto.
Porque creo que en esto de definir un concepto tan potente como el mindware,
también tenemos que rescatar otros dos conceptos: orgware y socialware.
Porque es ahí cuando
puede resultar algo más sencillo comprender que, de alguna manera, nosotros “somos”
mindware (pensamiento), software (programas, acciones, aplicaciones) y hardware
(infraestructura sólida) de las organizaciones y de la sociedad de las que
somos parte. Por otra parte, cada
orgware también es mindware, software y hardware de la sociedad en la que vivimos.
Desde ahí, y este es
mi pequeño aporte, creo que podremos incorporar esas tecnologías de pensamiento
con las adaptaciones, apropiaciones y relaciones que permitan que sean viables
y factibles para cada una de las organizaciones en que nos desenvolvernos y el
espacio social en que nos haya tocado vivir. Pero eso sí, sin olvidar que hay
una visión, representada por ese entorno competitivo, si lo pensamos en
términos organizacionales, que le den sentido a esa incorporación.
Así, nos queda, como
siempre, la posibilidad de adaptación, de ajustes desde pensar, hacer y poner
cuerpo, que tan bien nos presentó John Moravec esta mañana.
Generalmente, las
escuelas de hoy no están cerca de esas escuelas 3.0, pero las distancias no son
las mismas. Cada escuela está parada en un lugar. Como lo están cada grupo de
alumnos, cada plantel docente, cada realidad. Ahora, pensemos qué tipo de
mindware, software y hardware estamos en condiciones de ser en ese orgware
sobre el que queremos intervenir.
Hasta mi próximo
aporte, los saludo
Alejandra
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